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Encuentro de miradas: El papel de las emociones en la prevención de la violencia de género

Encuentro de miradas: El papel de las emociones en la prevención de la violencia de género

15/12/23, 17:00

Llevamos a cabo el Primer Foro regional sobre el papel de las emociones en la prevención de la violencia de género, organizado por el Centro de Operaciones de la Huasteca Potosina de Fondo para la Paz y Ki Formación Desarrollo Humano.

En el evento, que tuvo lugar en Tanlajás, San Luis Potosí, abordamos diversos aspectos, desde el diagnóstico general de la violencia de género en la región hasta talleres prácticos sobre el Protocolo de Actuación ante mujeres víctimas de violencia.

El 17 de noviembre del año en curso se llevó a cabo el Primer Foro regional: Encuentro de miradas - el papel de las emociones en la prevención de la violencia de género, facilitado por el equipo técnico del Centro de Operaciones de la Huasteca Potosina de Fondo para la Paz y personal de Ki Formación Desarrollo Humano. Dicho evento tuvo lugar en la sala de cabildo del municipio de Tanlajás, San Luis Potosí.

La agenda inició con la aportación del mtro. Alfredo Ávila sobre el diagnóstico general sobre la violencia de género en la región, siguiendo con las participantes, la sra. Zoila Ildefonso de la comunidad de Jomté quien habló de las instancias aliadas en garantizar los derechos a una vida libre de violencia. Enseguida, la sra. Eloisa Ortiz de la comunidad de Quelabitadz Cuaresma intervino sobre las particularidades de pensar la equidad de género al interior de las comunidades tének de la Huasteca potosina. En esta secuencia, participantes del Barrio de El Mante hablaron sobre la igualdad de derechos de hombres y mujeres de su comunidad.

La violencia es multicausal y multidireccional. La violencia puede ser física, psicológica, sexual, institucional o patrimonial. Es un hecho que todas las personas hemos sido víctimas y perpetradores de violencia en algún momento de nuestras vidas. Durante este foro, vimos varias maneras de prevenir y atender la violencia en razón de género. Me gustaría resaltar una frase mencionada por una de nuestras ponentes “No nacemos como hombres violentos y mujeres violentadas”. Esta frase nos lleva a la reflexión de que si son cuestiones aprendidas, podemos trabajar para generar cambios en nuestros hogares y nuestros entornos. Una de las maneras en las que desde Fondo para la Paz estamos abordando el tema es en abrir espacios seguros para la reflexión y el diálogo, entre mujeres y hombres, para reconocer nuestro valor y el valor del otro. Un ejemplo particular fue este proyecto, con el que durante un proceso de 8 sesiones de arteterapia, se facilitaron espacios de reflexión individuales que se llevaron a lo colectivo. 

También contamos con la participación de la Lic. Candy Edith Rodríguez Leal, directora de la instancia de la Mujer de Ciudad Valles, quien con la Lic. Soraida Morales Islas, asesor jurídico de la misma instancia, impartieron el taller “Protocolo de Actuación ante mujeres Víctimas de Violencia”. Así, aprendimos cuál es la ruta a seguir una vez que no se pudo prevenir la violencia reflejada en dicho protocolo. Sabemos qué tipo de apoyos y pasos debemos seguir para salir de una situación de violencia y a quién recurrir. También, conocimos distintas instancias y organizaciones en la región Huasteca potosina que tienen la capacidad y el compromiso para atender estos casos de violencia en razón de género.  Cabe resaltar que todas las personas podemos ser esa mano amiga para escuchar y acompañar a alguien que vive en situación de violencia para salir, atenderse y denunciar. 

El evento continuó con la participación de la Dra. Laura Saavedra, profesora en la Maestría en Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí con el tema de la afectividad en la construcción del enfoque comunitario. Por último, la Red de Mujeres Artesanas, Cocineras Tradicionales y Productoras del Campo A.C. compartieron sus experiencias en torno  a las iniciativas económicas y políticas de mujeres campesinas para garantizar la generación de ingresos y con ello garantizar una vida digna dentro de sus comunidades. Los efectos de la violencia la vivimos diferente si somos mujeres, niñas o niños, adolescentes, adultos o adultos mayores. Sin embargo, podemos reconstruir, desde la afectividad, espacios seguros donde podamos expresar nuestras vulnerabilidades y crecer en armonía con lo que consideramos bienestar con nosotros mismos, con nuestras familias y nuestra comunidad. Sabemos que puede que no lo logremos de un día a otro pero que necesitamos seguir caminando juntas y juntos para alcanzarlo. 

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